Paola Encarnación Huaman Salcedo
8 de junio de 2022 #Sexualidad #EducaciónSexual #PersonasConDiscapacidad
Fuente: Internet
La sexualidad humana no puede simplificarse
Las personas tenemos derecho al pleno disfrute de una sexualidad libre y segura, y ello solo es posible mediante una adecuada educación sexual, a la que debemos acceder durante la niñez, pubertad, adolescencia —y si es necesario— a lo largo de toda nuestra vida. Esta enseñanza debe versar sobre aspectos psicológicos, físicos, sociales y cognitivos sobre la sexualidad[1].
Si no accedemos a una adecuada educación sexual, no contamos con las herramientas necesarias para poder gozar asertivamente de nuestros derechos sexuales y reproductivos; ello trae como consecuencia embarazos no deseados o el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Así, por ejemplo, según precisa la OMS, para el año 2018, américa latina y el caribe continúan siendo las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes[2]. Aunado a ello, también es clave señalar que la OMS alerta la presencia de ETS en américa latina y el caribe en personas entre los 15 a 25 años, principalmente en los últimos 5 años, esto se debe a que la educación sexual aún no ha sido implementada de forma satisfactoria dentro del currículum escolar de todos los países de nuestra región[3].
De este modo podemos apreciar, que aún sigue pendiente en la agenda de las entidades publicas —bajo el apoyo de instituciones privadas— el poder implementar de forma asertiva la educación sexual. Este reto, se incrementa cuando, la educación sexual, debe ser impartida a las personas con discapacidad, quienes, en muchas ocasiones, necesitan de una orientación más especializada —acorde a sus necesidades—que el resto de las personas.
Invisibilidad de las personas con discapacidad
Todas las personas valen como seres humanos, así como todas las formas de discriminación y opresión son igualmente infames, esto es importante considerar cuando hablamos de las personas con discapacidad, siendo que existen diversos tipos de discapacidad, pudiendo ser estos: visual, motriz, intelectual, psicosocial e intelectual [4].
El reto pendiente con este grupo de personas es su inclusión, ello se agrava al tratarse de un grupo minoritario, dado que solo el 10% de la población mundial es una persona con discapacidad[5]. Considerando ello, gran parte de la población con discapacidad, experimenta diversas situaciones de exclusión y discriminación en su vida diaria, como la falta de oportunidades laborales, barreras en la educación, inaccesibilidad en los medios de transporte, así como precariedad y pobreza.
Si bien aún persisten dificultades para que disfruten de forma adecuada muchos de sus derechos básicos, son aún mayores las dificultades que se presentan para que gocen de sus derechos sexuales y reproductivos, dado que existe un prejuicio respecto de la educación sexual que se les debe impartir, en razón a que erróneamente —utilizando como argumento falaz sus supuestas limitaciones— se ha llegado a considerar que su vida sexual y amorosa es nula.
La discapacidad no afecta el deseo sexual de una persona
Las personas con discapacidad también tienen necesidades de amor, ternura y placer, aunque lamentablemente, desde su infancia presentan barreras para poder desarrollarse en el terreno de la vida amorosa y sexual, debido a que: 1) Se las estigmatiza negando y reprimiendo su sexualidad; 2) Se disminuyen sus oportunidades protegiéndolos en exceso y aislándolos en el ámbito familiar; y 3) Se les fomenta una baja autoestima[6].
Ahora bien, este escenario debe ser combatido y se debe fomentar la educación sexual conforme al tipo de discapacidad que presente una persona. En ese sentido, los expertos recomiendan que para las personas con discapacidad: 1) Auditiva, quienes se ven limitados para la comunicación, pueden apoyarse por un lenguaje de señas adecuado, dejando de lado el perjuicio que se tiene a las señas relacionadas con la sexualidad, ya que son consideradas como muy explícitas, circunstancia que incrementa la timidez de estas personas para hablar de esos tópicos; 2) Visual, quienes también se ven limitadas en su comunicación, se puede apoyar en figuras en relieve o el sistema braile que les enseñe acerca de la importancia de una sexualidad saludable y segura; 3) Física, se recomienda no ampliar los prejuicios en cuanto a sus capacidades motoras, ya que ello no les permite tener la confianza para desarrollar su vida sexual y amorosa; y 4) Intelectual, se debe adecuar su orientación de acuerdo a la gravedad de su situación, teniendo presente que lastimosamente, muchas de estas personas, son víctimas de abusos sexuales o por el contrario, son los ejecutores de estas acciones, dado que no contaron con una temprana y adecuada orientación[7].
De este modo, conforme a lo señalado líneas arriba, la educación sexual, debe estar siempre presente en la vida de todos los seres humanos, esta es responsabilidad, tanto de los padres, como de las instituciones educativas –sean públicas o privadas– dado que la educación sexual fomenta el desarrollo de las personas, alineada a sus proyectos y vínculos con sus semejantes, a fin de procurarles una vida digna, justa, con salud y placer para todos y todas.
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[1] Euroinnova International Online Education (s.f). ¿Por qué es importante la educación sexual? Euroinnova. Disponible en: https://www.euroinnova.pe/blog/por-que-es-la-importante-la-educacion-sexual
[2] Organización Panamericana de la Salud [OPS] & Organización Mundial de la Salud [OMS] (s.f.). América Latina y el Caribe tienen la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo. OPS. Disponible en: https://www3.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=14163:latin-america-and-the-caribbean-have-the-second-highest-adolescent-pregnancy-rates-in-the-world&Itemid=1926&lang=es
[3] BBC News Mundo (2019). ETS: la alerta de la OMS sobre el aumento de enfermedades de transmisión sexual. BBC News. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48555712
[4] Teniendo en cuenta que la discapacidad es un concepto que evoluciona y resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás (CDPD, Preámbulo), no existe como tal una clasificación establecida, pero la más aceptada es: visual, motriz, intelectual, psicosocial y auditiva. Véase; Naciones Unidas Consejo Económico y Social, "Informe del Grupo de Washington sobre estadísticas de la discapacidad", E/CN.3/2012/21, (6 de diciembre de 2011). https://unstats.un.org/unsd/statcom/doc12/2012-21-WashingtonGroup-S.pdf
[5] Naciones Unidas (s.f.) Algunos datos sobre las personas con discapacidad. Naciones Unidas- Personas con Discapacidad Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Disponible en: https://www.un.org/development/desa/disabilities-es/algunos-datos-sobre-las-personas-con-discapacidad.html
[6] Autores Varios. (2002). Programas de educación sexual para personas con discapacidad mental. Educación XX1, 5, 35-76. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/706/70600504.pdf
[7] Programa de Educación sexual [ANEP] (s.f.). Es parte de la vida. Material de apoyo sobre educación sexual y discapacidad para compartir en familia. Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004887.pdf
Bachiller en Derecho por la Universidad Católica de Santa María (Arequipa-Perú). Practicante en el Consejo Nacional para la Integración de Personas con Discapacidad de Perú. Premio Anual a la Excelencia Académica en Derecho. Ex participante en moot courts de derechos humanos en Colombia, Costa Rica, Lima y Washigton D.C.