Melissa Lisbeth Cueto Quispe
20 de abril de 2022 #Comunicación #Género #DerechosHumanos
Fuente: google
Los medios de comunicación tienen un papel importante en la actualidad, debido a que son quienes difunden la información hacia las masas, además, contribuyen en la construcción de la realidad y en la representación de fenómenos sociales como la violencia de género. Esto se logra a través de productos informativos como noticias, imágenes, videos y audios que son difundidos por radio, televisión, prensa e Internet. Los medios se rigen bajo el derecho de la libertad de expresión e información, pero estos a su vez, tienen límites como el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen[1], regulando de esta manera la información que se difunda.
Sin embargo, no siempre se cumple con lo señalado anteriormente, porque el trato que se le da tanto a las personas como a la manera en que se presenta la información, muchas veces no es sensible ni vela por la integridad de las personas afectadas. Por ello, es importante que se identifiquen estas prácticas, se tenga cuidado para no replicarlas y para no seguir victimizando a las personas agraviadas[2]. Más en estos tiempos en los que cualquier información, sea verdadera o falsa, circula en las redes con rapidez.
En Perú, las noticias relevantes a la violencia de género, generalmente se abordan con una orientación sensacionalista, poniendo énfasis al dramatismo, al hecho violento y al victimismo, subrayando la historia personal y no el problema social de la violencia contra la mujer[3]. Los medios llegan a revictimizar públicamente a las mujeres víctimas de violencia a través de imágenes crudas y detalles morbosos, llegando en mucha ocasiones a la violación de su intimidad e integridad personal, al identificarla y al señalar el lugar donde se encuentra.
¿Por qué se recurre a un sensacionalismo?
Esto sucede porque las noticias de violencias son demandadas por una parte de la audiencia que quiere informarse respecto al tema. Entonces, los medios de comunicación están pendientes a los hechos noticiosos que sucedan, porque quieren ser los primeros en sacar la información. Esto debido a que generan rating, sintonías, visitas y vistas, en general, interacciones en sus páginas de redes sociales o sitios web[4]. Una encuesta elaborada por el Consejo Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV), mostró la percepción de las personas sobre el papel de los medios de comunicación en la reproducción de la violencia, con universo de 9714 personas (entre hombres y mujeres), se evidenció que el 57% de las personas entrevistadas reconoce la violencia como el principal contenido inadecuado en la televisión; además, el 72% señaló que los noticiarios de la TV se aprovechan del dolor humano y, en particular, el 63% manifestó que el tratamiento de la imagen de la mujer era negativo[5]. Ello evidencia que los medios de comunicación en su mayoría, hacen un mal tratamiento de las noticias sobre violencias y por generar más ganancias, producen más noticias sobre esos temas.
Respecto a la violencia de género:
La violencia de género es uno de los problemas que más persiste en Perú, está tipificada con un aproximado de 20 modalidades entre las que se encuentran: violencia sexual, violencia física, violencia psicológica, violencia económica, hostigamiento sexual, entre otras, las cuales son reconocidas en el Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016 - 2021[6]. Según el Anuario Estadístico Policial, las denuncias registradas durante el 2021 ascienden a 240,875 casos de violencia familiar, siendo las mujeres la mayoría con una cifra de 203,254 casos en todo el país. Las agresiones contra los menores de edad, al igual que contra la mujer, son alarmantes. Según el informe anual realizado por la policía, en 2021 se registraron 15,345 denuncias por violencia familiar en menores de cero y 17 años. De las cuales, 10,542 denuncias, las personas agraviadas fueron niñas[7].
Caso de referencia:
Un hecho a tomar de referencia, debido al tratamiento que se le dio en los medios, redes sociales y porque se vincula el derecho a la intimidad, fue lo ocurrido en la ciudad de Chiclayo (provincia de Lambayeque, Perú). Una menor de tres años fue secuestrada y agredida sexualmente. Se realizó una investigación, en la que pudieron obtener imágenes del momento en que fue víctima de secuestro[8]. Las autoridades policiales, al momento de intervenir la vivienda del agresor, grabaron el hallazgo de la menor. Estas imágenes fueron filtradas y difundidas sin estar censuradas, mostrando a la víctima vulnerable y pasando por alto su derecho a su intimidad e identidad. Además, diversas páginas utilizaron el video de la menor para publicar contenido como si fuera propio, esto para generar más vistas y fomentar el morbo público.
Ocurren otras agresiones sexuales en diferentes lugares del Perú a menores de edad; sin embargo, no se le dio tanta acogida como al caso señalado. Y esto se debe a que hubo imágenes del hecho, material que se podía utilizar al momento de dar la noticia para reconstruir la escena, en cambio en los otros casos, solo contaban con el testimonio de la víctima o la declaración de los familiares, pero como esto no “vende”, entonces se deja de emitir el hecho noticioso[9]. Además, en estos casos, sí hubo un cuidado en cuanto a la filtración del nombre de la persona agraviada..
Por generar más contenido, no respetaron el derecho a la intimidad de la víctima. El padre de la menor tuvo que salir a pedir que se borraran las publicaciones en donde aparecía su hija, y esto pensando en su futuro, pues al estar en las redes sociales, todo el contenido quedará ahí. A partir de este suceso, los medios y las autoridades empezaron a declarar sobre la importancia de no difundir las imágenes de la menor, debido a que es un delito estipulado en el Código Penal[10].
Es importante resaltar que existen diferentes entidades nacionales e internacionales y leyes que velan por la protección de la niñez y adolescencia como la Convención sobre los derechos humanos del Niño[11], la Ley de Radio y Televisión[12], la Declaración de Principios sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en los Medios de Comunicación[13], entre otros. En líneas generales señalan que no se publicará la identidad, ni la imagen de un menor de edad cuando se encuentren involucrados como víctimas, autores, partícipes o testigos de una infracción, falta o delito, así como se prohíbe la difusión de imágenes de menores de edad a través de las redes sociales, porque se afecta el derecho a su intimidad e identidad. (Unicef, 2006; LEY Nº 28278, 2015; CONCORTV, 2012)
¿Cómo tratar una información de violencia en los medios?
La información que se difunda no debe llegar a la revictimización, y esto se puede evitar al no tomar testimonios de la víctima que sufrió violencia, ni de sus familiares. Al proteger la identidad de la víctima de violencia, es recomendable utilizar iniciales o seudónimos, esto para no exponerla y proteger su integridad personal frente a los prejuicios de la comunidad[14]. Se debe evitar difundir imágenes que especulen los hechos, como el cuerpo de la víctima o las agresiones, esto para evitar el morbo público[15].
Teniendo este panorama, los medios de comunicación pueden contribuir con la erradicación de la violencia de género, pues al actuar como un canal de información, podrían acompañar todas las noticias de violencia de género con información sobre los lugares en los que se puede denunciar o recibir orientación respecto al tema. Y así, garantizar un tratamiento informativo respetuoso a los derechos de las personas.
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[1] Lozano Ramírez, J. (2000). Límites y controles a la libertad de expresión. Serie Estudios Básicos de Derechos Humanos (Tomo X). https://bit.ly/3rwPT9k
[2] Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (2017). Manual de atención de cobertura de hechos con víctimas. https://bit.ly/3xvskBT
[3] Defensoría del Pueblo (2021). Representaciones de la violencia de género en medios de comunicación escritos y televisivos durante la pandemia por COVID-19. https://bit.ly/3M5Y3NO
[4] Carrión, F. (2008). Violencia y medios de comunicación: populismo mediático. URVIO, Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad. https://www.redalyc.org/pdf/5526/552656560001.pdf
[5] CONCORTV (2018). Estudio cuantitativo sobre consumo radial y televisivo (Nacional). https://bit.ly/3EkdKP3
[6] Decreto Supremo N° 008-2016-MIMP. Plan Nacional Contra la Violencia de Género 2016 - 2021 (26 de julio de 2016). https://bit.ly/3JPoVQW
[7] Policía Nacional del Perú (2021). Anuario Estadístico Policial 2021. https://bit.ly/3vtj5j3
[8] La República (17 de abril de 2022). Menor de 3 años que fue agredida en Chiclayo se encuentra estable tras operación. https://bit.ly/37XUSJf
[9] Carrión, F. (2008). Violencia y medios de comunicación: populismo mediático. URVIO, Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad. https://www.redalyc.org/pdf/5526/552656560001.pdf
[10] El Comercio (17 de abril de 2022). Chiclayo: Inspectoría de la Policía investiga presunta filtración de imágenes del hallazgo de la niña de tres años ultrajada. https://bit.ly/3ryFsSK
[11] Unicef (2006). Convención sobre los derechos humanos del Niño. https://bit.ly/3JQj39O
[12] Ley Nº 28278. Ley de Radio y Televisión (actualizado: 13 de mayo de 2015). https://bit.ly/3McCHOS
[13] CONCORTV (22 de noviembre del 2012). Declaración de Principios sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en los Medios de Comunicación. https://bit.ly/38Z9s3Z
[14] Ministerio de la mujer y poblaciones vulnerables (2011). Pautas para el Tratamiento Informativo Adecuado de la Violencia contra la Mujer en los Medios de Comunicación Social. https://bit.ly/3Ma0i2F
[15] CONCORTV (27 de junio de 2020). Medios deben mejorar el tratamiento informativo sobre violencia contra la mujer. https://bit.ly/3McD4ZM
Estudiante de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Voluntaria en organizaciones que velan por los derechos humanos, igualdad de género y derechos de las mujeres.