Angélica Ixchebel de León Pedro
15 de junio de 2022 #Discriminación #Género #DerechosHumanos
Fuente: Ojo público
Hablemos sobre los derechos de las mujeres, la violencia y la discriminación que vivimos día con día; no importando cuando, en que momento o donde, hemos recibido distintos cuestionamientos sobre los derechos de las mujeres como el ¿Por qué hablan únicamente sobre los derechos de las mujeres? ¿Por qué hacen de menos los derechos de los hombres? ¿Por qué hablar de los derechos de las mujeres cuando dicen que los derechos humanos son universales y fundamentales? ¿pertenecen a todas las personas sin discriminación alguna?
La respuesta a estas interrogantes, es que la especificidad de las violaciones de derechos humanos que sufrimos las mujeres en función de nuestro género, de los roles y estereotipos que la sociedad históricamente nos ha atribuido son los que marcan la necesidad de conferir un carácter específico al reconocimiento y la protección de nuestros derechos.[1]
En el pasado los derechos humanos no se contemplaban en la vida de las mujeres, era “normal” que se enfrentaran de forma cotidiana a la violencia, discriminación, abusos, a la opresión, entre otras formas de vulneraciones a los derechos de las mujeres y su integridad; con el paso del tiempo se ha visto un cambio en la vida de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos, los cuales se deben a la labor de activistas, de los movimientos feministas, a los mecanismos de derechos humanos y los distintos Estados que han logrado la aplicación y la incorporación de aspectos importantes para la protección de las mujeres.[2]
Ante esto es de suma importancia indicar que cuando hablamos sobre los derechos de las mujeres nos referimos a los derechos de todas las personas que se reconozcan como tales, donde se incluyen a las mujeres trans e intersex[3] a todas las mujeres, niñas, adolescentes y personas mayores sin distinción alguna.
Hoy en día después de años de lucha y el paso de generaciones, las mujeres seguimos encontrándonos ante distintos desafíos para ejercer de forma plena nuestros derechos, en América Latina las mujeres de la región se ven en un contexto de discriminación y violencia estructural que viene de generación en generación, cuestiones que no se han logrado superar como el uso del lenguaje soez, los homicidios por razón de género, desapariciones, el acoso y violencia sexual; según datos de la Organización de Naciones Unidas, una mujer es asesinada cada 2 horas en América Latina[4]
En la región las grandes vulneraciones a derechos humanos han creado situaciones paradigmáticas que generan cambios como:
La Ley Nº 27499 “Micaela García”. en conmemoración de una mujer víctima de feminicidio.
La creación de los Juzgados de Violencia Doméstica y Familiar contra la Mujer, en Brasil por medio de la Ley 11.340/2006, conocida como Ley Maria da Penha, víctima de violencia doméstica.
Sentencia relativa al caso “Sepur Zarco”, Guatemala. Siendo la primera sentencia de un tribunal nacional en condenar delitos de esclavitud sexual en un conflicto armado.[5]
La “Ley Olimpia” que consiste en un conjunto de reformas legislativas que tipifican distintas conductas como la ciberviolencia; está ley nace por la difusión de un video de contenido sexual no autorizado de una mujer del estado de Puebla.[6]
En conclusión, nuestra lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres no ha terminado y seguiremos perseverando hasta que el ideal abstracto de la universalidad de los derechos humanos para todas y todos sea alcanzado, hasta el día en que cesen los feminicidios, las agresiones sexuales y la violencia; cuando la paridad de género esté presente en todos los rincones del mundo y las mujeres mayores, indígenas, afrodescendientes, migrantes, con discapacidad, de la comunidad LBTIQA+ dejen de formar parte de los grupos mayormente discriminados.
Empecemos a realizar buenas prácticas y promocionemos el aprendizaje de los derechos humanos de las mujeres sobre nuestras experiencias, hablemos sobre las causas y las consecuencias de la violencia, sobre la discriminación contra las mujeres, niñas y adolescentes, organicemos movimientos y alcemos la voz desde nuestros espacios, las redes sociales, nuestra comunidad, cada acción genera un cambio que se verá reflejado en el futuro y en la vida de nuestras abuelas, mamas, primas, tías, hermanas, hijas y amigas.
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[1] Cfr. Los derechos humanos de las mujeres: Fortaleciendo su promoción y protección internacional De la formación a la acción, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, página 83.
[2] Cfr. Los derechos de la mujer son derechos humanos, naciones unidas, derechos humanos, oficina del alto comisionado.
[3] Cfr. CIDH Comunicado de Prensa No.61/2019, Comunicado de Prensa No. 65/2019. CIDH Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en América.
[4] Cfr. Guía Práctica para la eliminación de la violencia y discriminación contra mujeres, niñas y adolescentes. Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
[5] Cfr. Ibídem
[6] http://ordenjuridico.gob.mx/violenciagenero/LEY%20OLIMPIA.pdf
Estudiante del noveno semestre de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, centro universitario de occidente, con preespecialidad en Derechos Humanos.
Participante en Moot Cours en materia de Derechos Humanos, coloquios, diplomados y actividades relacionadas; mujer maya Q’anjob’al en la búsqueda del empoderamiento de las mujeres y la defensa de los derechos de todas y todos.